lunes, 6 de diciembre de 2010

¿Sirven de algo los aparatos de electrodos anunciados en Tv, en lo que se refiere tanto a adelgazar como a obtener mayor musculación?

La primera noción importante concierne el papel exacto de la electricidad. Esta última no actúa como un fluido mágico que mejora el tejido muscular. ¡ No existe ninguna forma particular de corriente eléctrica que tenga propiedades benéficas para las fibras músculares !

La electricidad actúa desencadenando un trabajo muscular y el progreso es la consecuencia de ese trabajo. Los impulsos eléctricos excitan el nervio motor, que transmite al músculo, la orden de responder mecánicamente. Las corrientes, se deben estudiar para que atraviesen la piel sin deformarse y ser totalmente precisas para excitar específicamente los nervios motores, sin producir quemaduras, ni dolor eléctrico. Cada impulso de corriente es, pues, una orden elemental de trabajo.
Las fibras musculares que responden a esta orden, efectúan una respuesta mecánica (una unidad de trabajo).

De la potencia del impulso depended la cantidad de fibras que trabajan, o sea, la cantidad de fibras que progresan. Para obtener el mejor resultado, hay que utilizar impulsos muy potentes, que hagan trabajar una cantidad máxima de fibras. Por eso, una electro-estimulación eficaz, produce contracciones muy potentes. Sin embargo, estos potentes impulsos tienen que ser confortables y sin ningún tipo de peligro (quemaduras, descargas eléctricas, etc.). Únicamente un material provisto de una tecnología electrónica sofisticada, es capaz de responder al doble reto de la potencia y el confort.

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